Sin más dilación, aquí van los 5 primeros:
Al impactar la primera piedra contra su cabeza, Ulises supo que había entendido mal aquello de los cantos de sirena.
Sus miradas se cruzaron y saltaron las chispas. El inquisidor tal vez debiera empezar a controlar su pasión por las brujas...
Pasaba junto al ayuntamiento siempre a la misma hora, hasta que le regalaron un segundo reloj y se tambalearon sus cimientos.
Se decía que sus ojos eran como pozos, pero para él eran más bien como tornados. Cuando los miraba, se movía todo a su alrededor
Decidió exprimir el presente cuando le dijeron que nunca tendría futuro. Así lleva 50 años.
0 comentarios :
Publicar un comentario
¿Te animas a comentar algo sobre este tema?